martes, 1 de mayo de 2018

LA GENERACIÓN DEL 27



La Generación del 1927

En 1927, un grupo de poetas decide conmemorar el tercer centcnario de la muerte de Góngora y con tal motivo, asumen la defensa del gran lírico cordobés.

Este acontecimiento es el que da nombre al grupo al que pertenecen los siguientes poetas:
Pedro Salinas, Jorge Gullén, Gerarde Diego, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vi-
cente Aleixandre, Luis Ceruda, Rafael Alberi y Miguel Hernández.

Sobre ellos ejerció un magisterio directo Juan Ramón Jiménez.

En una primera etapa escriben una poesía que elimina los sentimientos y las emociones
comunes, para buscar otras más sutiles y alcanzar la belleza en la forma y en el lenguaje.

Hacia 1927, varios de estos poetas evolucionan hacia el superrealismo, movimiento de origen francés que consiste en introducir en la poesía los productos del subconsciente  artista, o sea, las pasiones, anhelos, frustraciones, etc, que sólo afloran en los sueños, en la embriaguez, etc., es decir, cuando la razón no ejerce su control sobre la mente. Los resultados  distan  de ser claros: tienen la oscuridad, la irracionalidad de los sueños.

Estudiemos algunos de estos poetas:

Federico García Lorca (1898-1936), es también uno de los más altos poetas liricos del siglo XX y un extraordinario dramaturgo.

Como lírico nos ha delado: Libro de poemas y canciones, donde se nota la influencia
de Juan Ramón Jiménez. Su primera gran obra personal es el Poema del Cante Jondo; son 50 composiciones, casi todas muy breves, de ambiente andaluz, en metro siempre corto y de hondo sabor popular. En 1928 publica su libro lírico más famoso: Romancero Gitano.

Como autor dramático no tiene muchas obras, pero sí las suficientes para considerarlo como uno de los mayores dramaturgos  españoles contemporáneos. Entre sus obras más  perfectas hay que señalar: Bodas de Sangre y La casa de Bernarda Alba.

Gerardo Diego (1896), tiene una obra de amplia variedad, en la que se advierten dos
líneas que se mantienen a lo largo de toda su producción: la de lo tradicional y la de las
Novelas de última hora.

Sus obras fundamentales son: Manual de espumas, Versos humanos y especialmente
Alondra de verdad.
En conjunto, su poesía revela una aguda sensibilidad para la belleza.

Dámaso Alonso (1898), cuenta con un prestigio universal como lingüística y crítico  literario.
Como poeta tiene poemas puros: Poemillas de la ciudad, de versos sencillos y tiernos.

Pero la plena toma de posesión poética de Dámaso Alonso tuvo lugar con Oscura noticia  (que describe la marcha del poeta hacia Dios), Hijos de ira, (patética denuncia contra la injusticia), y Hombre de Dios (diálogo con el Creador acerca de los eternos temas del dolor la muerte y la injusticia).

Vicente Aleixandre (1898-1984), sus libros poéticos fundamentales son: La destruccion o el  amor , Sombra del paraíso e Historia del corazón. Su poesía tiene cómo temas centrales: el  amor, la angustia y el misterio. Se le concedió el Premio Nobel de Literatura.

Rafael Alberti (1902). Sus primeros libros: Marinero en tierra y La amante, son de
inspiración popular; usa temas y formas tomados de la tradición literaria culta.
Otras obras suyas son: Cal y canto y, Sobre los Angeles.

Miguel Hernández, 〔1910-1942), su primer libro fue Perito en lunas.
Su libro más importante: El rayo que no cesa estaba compuesto en su mayor parte en sonetos-.
Sus tres grandes temas son: la vida, el amor y la muerte. También escribió obras dramáticas:
Quien te ha visto y quien te ve.


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