jueves, 28 de septiembre de 2017
LAS VANGUARDIAS LATINOAMERICANAS Y DOMINICANAS
EL VANGUARDISMO: SUS CARACTERIATICAS
El vanguardismo fue un movimiento artístico que surgió en la segunda década del siglo XX, como una violenta reacción reacción contra todo el pasado. Por eso los vanguardistas lo atacaron con violencia y propusieron otras formas de expresiones nuevas e insólitas.
Los poetas vanguardistas de caracterizaron, además, por los siguientes:
Rindieron culto a la novedad y a la sorpresa. Para ellos todo recurso era válido para sorprender y escandalizar al lector. En este mismo afán por renovar la poesía, violentaron la estructura formal del poema y jugaron con la disposición gráfica de los versos. Así aparecieron los caligramas: poemas con forma de dibujos en los que se reproducía el significado del texto.
Renovaron completamente la metáfora. La convirtieron en una imagen sugerente, que no pretende ser traducida a un enunciado racional.
Destruyeron las reglas de la gramática. No respetaron el orden lógico de los elementos de la oración.
Utilizaron un verso absolutamente libre. Los vanguardistas abandonaron la rima, la medida de los versos y la búsqueda del ritmo musical.
Transmitieron sensaciones, no un argumento. Excluyeron el relato, lo anecdótico; no contaron ni pretendieron informarnos de nada. Aparecieron las jitanjáforas: juegos de palabras inventadas que tienen una gran sonoridad.
Introdujeron en sus poemas elementos de los tiempos modernos y del desarrollo tecnológico. En las composiciones vanguardistas se percibe la admiración por las máquinas de escribir, los autos, los aviones y los deportes.
Las primeras manifestaciones vanguardistas datan aproximadamente de 1907, pero su apogeo se produce durante las dos décadas siguientes. Los movimientos más importantes son estos: el Futurismo. En él se rechaza el sentimentalismo y se aboga por los reflejan en los avances tecnológicos.; el Cubismo, conoce gran importancia a los aspectos visuales, que se reflejan en los poemas conocidos como “caligramas”: el Dadaísmo sentó las beses del Surrealismo. El poeta dadaísta tenía que expresarse con absoluta libertad. Para ello se vale de la espontaneidad, el azar, la ruptura de la lógica y la escritura automática: el Surrealismo o Superrealismo. En él se proclama la liberación de la actividad creadora a través de la exploración de los sueños y del mundo desconocido del inconsciente.
Vanguardias latinoamericanas.
Hacia 1920, comienzan a sentirse en Hispanoamérica las corrientes vanguardistas nacida en Europa. Son varios los poetas que inauguran técnicas vanguardistas. En Puerto Rico, Luis Llorens Torres inventó dos curiosas teorías: el pancalismo (todo es belleza) y el panedismo (todo es poema, niega la existencia de la prosa). El mexicano José Juan Tablada, bajo el; contacto con la poesía japonesa, abrió las puertas a las vanguardias incorporando el haiku y la imagen sorprendente, la lírica deshumanizada, la condensación metafórica.
Creacionistas, ultraístas, estridentitas surrealistas
El primer embajador del vanguardismo europeo es, Vicente Huidobro, quien capitanea el creacionismo, vanguardia que parte de un lema: “El poeta es un pequeño Dios,” que no imita a la naturaleza, sino que crea algo nuevo que se añade a ella. Dice Huidobro. “La primera condición de un poeta es crear, la segunda, crear y la tercera crear.” En 1931 publica Altazor o el viaje en paracaídas, un poemario experimental, que discurre por el camino de la irracionalidad y en el que no faltan rasgos de humor. En él brilla lo que será instrumento esencial del creacionismo: la metáfora
Otro movimiento vanguardista importante es el ultraísmo argentino, del que participaron Guiraldes, Borges, Marechal y otros escritores. Su primer manifiesto apareció en 1919. Comparte muchos rasgos con el creacionismo, como la supresión de lo narrativo, y con el futurismo italiano, como el canto a la tecnología. Los ultraístas eliminan la rima, utilizan imágenes y metáforas ilógicas, y abordan los mundos del cine, el deporte y de los avances técnicos. También buscaban fusionar la plástica y la poesía a través de una disposición nueva y diferente de las palabras en el poema.
Un movimiento de similares características el ultraísmo sería el estridentismo que se desarrolla en Méjico en 1925 y que perseguía cosmopolita, lo moderno y lo urbano, el culto al progreso y a la tecnología, el inconformismo y la irreverencia. Su principal representante fue Manuel Maples Arce.
Curiosa figura del vanguardismo americano es el cubano Mariano Brull que, al lado de poemas puros, se permitió todas las audacias, hasta la de crearse un lenguaje, al que él mismo dio el nombre de “jitanjáfora.”
De todos los movimientos vanguardismo, el surrealismo fue el que dejó en América una huella más profunda. Puede decirse que sus efectos no se han extinguido hasta hoy. En algunos poemas de César Vallejo y en muchos de Pablo Neruda podrán verse ejemplos de tal Influencia, al igual que en el escritor mexicano Octavio Paz.
La poesía pura
Con este rótulo suele reunirse a una serie de poetas en los que se observa un equilibrio entre tradición y renovación, entre clasicismo y modernidad. En México el grupo más representativo es el que se reúne en torno a la revista Contemporáneos. Nacen a la poesía bajo el signo del Modernismo, pero enseguida derivan hacia una actitud de rechazo. En Colombia sobresale el grupo Piedra y Cielo, nombre tomado de un título de J.R. Jiménez que indica ya la preferencia por una poesía pura, de metas fundamentalmente estéticas. En Argentina, sobresale la figura de Borges, a quien hemos citado como introductor del ultraísmo, movimiento que pronto superó. Podríamos también incluir aquí al cubano José Lezama Lima, poeta de hondas preocupaciones y lenguaje barroco.
La poesía negroide
Una de las variantes más interesantes es la poesía vinculada al mundo negro que surge en el Caribe en los años treinta. Esa lírica, además de buscar una nueva sonoridad, es manifestación de un compromiso ético y político con los grupos marginados. Tres poetas encarnan esta corriente lírica: el puertorriqueño Luis Palés Matos y los cubanos Emiliio Ballagas y Nicolás Guillen, quien sobresale, ya que nadie ha ahondado como él en las profundas significaciones del mestizaje cultural de su tierra.
La poesía latinoamericana después de 1940
Las tres décadas que van de 1940 a 1970 están dominadas por las nuevas creaciones de Borges y Neruda y la sombra interminable de César Vallejo. La proliferación de corrientes, movimientos y grupos es extraordinaria. Pervive una poesía pura, pero aparece una actitud y una temática existencialista. Es abundante la poesía comprometida, social y política. Se mantiene la lección formal del surrealismo, y especialmente en los últimos años, surgen manifestaciones de poesía experimental.
VANGUARDIAS DOMINICANAS
El Vedrinismo
La primera propuesta vanguardista en la literatura dominicana fue el Vedrinismo, protagonizado por el poeta y narrador Otilio Vigil Díaz, introductor del verso libre y el poema n prosa en la lírica nacional. Sus viajes por Cuba, Nueva York y Europa sembraron en el la voluntad de romper con las formas establecidas. Su poema Arabesco, publicado en la revista La Primada de América en 1917 es considerado por algunos como el primer poema de verso libre en el país.
El Vendrinismo no consiguió ganar adeptos y solo lo logró tardíamente con el poeta Zacarías Espinal. Este no realizo un manifiesto en el prólogo del libro Galerías de Pafos de Vigil Díaz explican su búsqueda ya que afirma que sueña con una “prosa poética, musical, sin ritmo ni rima, bastante flexible y bastante trunca para adaptarse a los movimientos líricos del alma, las ondulaciones del sueño y a los sobresaltos de la conciencia.”
El término Vedrinismo fue adoptado en honor al aviador francés Jules Vedrin, conocido por sus maniobras “looping the loop,” pretendiendo hacer un paralelismo entre las acrobacias aéreas del piloto y las de la lengua que realizaba Vigil Díaz.
El Postumismo
Este movimiento logra instaurar el versolibismo e inaugurar la modernidad poética en el país y se inicia en marzo de 1921, cuando la revista Cuna de América le dedica un número completo a este nuevo tipo de poesía. Sus representantes principales fueron Domingo Moreno Jiménez, Rafael Augusto Zorrilla y Andrés Avelino. Tomaron ese nombre, derivado del término póstumo, porque entendían que su poesía solo sería apreciada cuando ellos ya hubiesen muerto.
La revista El día Estético, editada por Moreno Jimenes a partir de 1927, servirá como órgano de difusión del grupo que, no mantuvo su unidad por mucho tiempo. Moreno Jimenes continuó escribiendo durante muchos años y se convirtió en la figura principal del Postumismo.
Dado que rompía con las formas poéticas vigentes en ese momento, el Postumismo enfrentó duras críticas en su época, aunque hoy existe consenso en que renovaron la poesía y fueron el punto de partida del discurso poético moderno en la República Dominicana.
Las postumistas se declaran contrarias a los movimientos vanguardistas que ganaban terreno en Europa, pero rechazan también el pasado literario y la tradición. Defendían una poesía libe de normas, en la que el ritmo lo dictara el fluir interior del auto. Su escritura es por lo general sencilla y poco rebuscada. Uno de los mayores aportes de la poesía postumista es que dirige la mirada hacia lo local, dando protagonismo al paisaje dominicano. En la búsqueda de identidad nacional que caracterizo al Postumismo se identifica una denuncia y protesta contra la ocupación estadounidenses, que llevaba ya cinco años cuando surge el movimiento.
La Poesía Sorprendida
Desde octubre de 1943 hasta mayo de 1947 circuló en el país una revista titulada La Poesía Sorprendida. Alrededor de esta publicación se desarrolló el movimiento poético que lleva el mismo nombre y que estuvo compuesto por una decena de autores dominicanos. Aída Cartagena Portalatín, Rafael Américo Henríquez Lebrón Saviñon, Manuel Valerio, Manuel Rueda, Antonio Fernández Spencer, Franklin Mieses Burgos, Manuel Llenas, Freddy Gatón Arce y José Glass Mejía.
El lema de la revista fue “Poesía con el hombre universal.” En oposición a los postumistas, que rechazaban las corrientes vanguardistas europeas. Las Poesías Sorprendida las asumían todas y estaba abierta a sus influencias. Entre los planteamientos que definían su poesía estaba el siguiente: “Estamos por una poesía nacional nutrida en la universal, única forma de ser propia; con lo clásico de ayer, de hoy y de mañana; con la creación sin límites, sin fronteras y permanentes; y con el mundo misterioso del hombre, universal, secreto, solitario e íntimo, creador siempre.
Los sorprendidos, que se enriquecieron del intercambio con poetas europeos, latinoamericanos y caribeños, abogaban por la universalización del arte, entendían que la poesía dominicana debía superar el localismo para acercarse más a lo global. Uno de sus mayores logros fue la introducción del surrealismo en la poesía nacional, que hasta ese momento había permanecido atada a un plano puramente realista. Algunos han criticado a los sorprendidos de hacer a una poesía indiferente a la situación política que vivía l país en ese momento. Otros, no obstante, alegan reconocer en algunos de sus poemas una denuncia del ambiente humillante y represivo que caracterizó la época.
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